Ilustrado con caricaturas y copias de las páginas de los semanarios humorísticos Zig Zag, El Pitirre del Periódico La Calle; las revistas Bohemia y Carton –una revista precursora del humor gráfico moderno en Cuba poco conocida–, y muchas caricaturas políticas de los humoristas más destacados de las décadas de los años 50 y 60-80.

Desde 1959, el concepto de todas las caricaturas editoriales que se publican en la prensa cubana debe ser ideológico, afín a los principios de la sociedad socialista establecida en 1959. Y el contenido será siempre político, similar al de cualquier sociedad democrática, pero en Cuba se rige por los principios socialistas.
Los mensajes de las caricaturas satíricas no podrán cuestionar el sistema socialista y no podrán estar dirigidos contra los funcionarios del gobierno, ministros, autoridades militares y policiales ni contra los líderes o máximas autoridades del gobierno.
Para predecir el futuro del humorismo gráfico cubano en una prensa financiada y controlada por el gobierno, sería necesario consultar con los Dioses del Olimpo, si esto fuera posible.
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