2/29/2024

Deja que se muera España

De España a Cuba, de México a California y La Florida, los personajes de esta historia –militares, proscritos, traficantes, ciudadanos comunes– viajan desde el siglo XIX hasta nuestros días, atravesando las situaciones convulsas que han diseñado partes de la historia contemporánea de Europa y América, para ofrecernos una lección de humanidad en donde se mezclan casualidades, designios, imponderables, temores, certezas, calamidades y triunfos que completan y explican en buena medida el mundo que vivimos. 

En una ambiciosa saga donde el amor, los interes personales, las perspectivas políticas y los anhelos son el ingrediente que mueve a los personajes de la trama, el autor rescata, con humor y seriedad a la vez a figuras y episodios olvidados, mientras evoca aspectos de la vida actual en esa porción triangular de Caribe que comparten Cuba, México y la Florida.

La historia comienza en La Habana de 2010. Elba, de unos 60 años, acaba de enterarse que el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, acaba de aprobar la ley de la Memoria Histórica o ley del Nieto para aquellos que en Hispanoamérica tengan abuelos españoles puedan reclamar la ciudadanía. Elba lleva años intentando reunirse con sus dos hijos : Marlon (en Miami) y Liza (en Yucatán). Las autoridades de México y USA le niegan sistemáticamente la visa porque la consideran candidata a la emigración.
Elba no ha podido ver crecer a sus nietos, nacidos en Miami, hijos de Marlon. Y sobrevive en La Habana, sola (su esposo la dejó por una joven), sin esperanzas de reunirse un día con sus allegados. Por ello, cuando oye hablar de la Ley del Nieto, cree recobrar las esperanzas: su padre (Betico) vive todavía y el abuelo de su padre fue un español que llegó a Cuba como militar durante la guerra de los Diez Años. A partir de este momento, Elba va a hurgar en los oscuros orígenes de su familia y se enterará de cosas de las que en la familia nunca se hablaba o, simplemente, por falta de curiosidad nadie indagaba. El abuelo de su padre, el militar castellonense Ramón Guillamón, y su esposa, la abuela Vidalina Ochoa Tamayo, holguinera, se conocieron en Isla de Pinos. Uno era militar del Regimiento de Nápoles, la otra era una desterrada, acusada de conspiradora contra España y deportada junto a otros miembros de su familia a Nueva Gerona, a donde llegó en 1870. De la unión clandestina de ambos nacerá Gerardo, el abuelo de Elba.

En la medida en que el personaje desentraña la historia familiar se da cuenta de la dolorosa historia de su país. Su bisabuela se unió a militar español siendo deportada y conspiradora contra España para intentar conseguir un indulto de parte del Capitán General. Elba, en La Habana, más de un siglo después, intenta conseguir la ciudadanía española haciendo valer los derechos de su padre como nieto de un militar.

La novela recorre el Miami de la primera década del 2000, México y California de nuestros días, así como La Habana. En otro registro, algunos capítulos recrean la infancia del militar español en su pueblo de Castellón, antes de servir en la guerra de Cuba, así como el pueblo de Holguín, de donde es desterrada la bisabuela de Elba, en 1870. La guerra de los Diez Años es telón de fondo de las partes de la novela que describen el siglo XIX. La Habana de la primera década del siglo XXI el telón de fondo de la época contemporánea.
El autor indaga en los archivos españoles de ultramar (en Madrid) y obtiene los expedientes militares de dos de los personajes de la novela (Ramón Guillamón y Manuel Martín Corona), ambos enviados a Cuba para combatir a los insurrectos, durante la guerra de 1868 o de los Diez Años. Dichos expedientes los encuentra en el Archivo Militar de Segovia. 


Deja que se muera España
Autor: William Navarrete (Biografía del autor en el Menú)

Publicada por Ed. Tusquets/Planeta, 2017